lunes, 17 de noviembre de 2014

L venganza de Matilde ( novela).

La venganza de Matilde. Capítulo 1 24 de febrero de 2004, Bogotá, Colombia, al llegar a una lujosa mansión con una bonita cascada en el patio, con lindas flores de diversas colores y tamaños situadas en diferentes partes de la casa, tenían alrededor de cinco carros y unos perros grandes y fortachones era una de las familias más adinerados e influyentes de la ciudad de apellido Márquez, Matilde llego con su vestimenta común a simple vista se veía una chica honesta, humilde y trabajadora. Al tocar la puerta abrió la señora Clemencia de Márquez, con un hermosos traje blanco y peinado decorado con flores morados, Matilde dijo: - buenas tarde señora venga a pedir trabajo, tal vez, tenga vacante para los quehaceres de su bella mansión, Clemencia, al ver su rostro se le hizo parecido a una mujer que en su pasado había puesto inconvenientes en su vida, pero ella hizo caso omiso y la invito a seguir, sentadas en las poltronas rojas y tomando té fue contratada Matilde, Clemencia le mostro su cuarto y le indico los oficios diarios, al día siguiente, sirviendo el desayuno Clemencia la presento a su familia Martin Márquez, su esposo, también se le hizo conocido el rosto de Matilde pero al igual que su esposa hizo caso omiso; la familia Márquez como era habitual luego del desayuno se marchaban a su empresa de textil que estaba ubicada a las afueras de la ciudad, Santiago y Sofía, hijos de Martin y Clemencia, estudiaban en la mejor universidad y cursaban último semestre de medicina, ellos como sus padres salían de casa en las mañanas y regresaban en la noche, pues Matilde quedaba en compañía de Carlos, chofer y mensajero de la familia. Capítulo 2. Mientras los dueños de la mansión trabajaban en su empresa dirigiendo a miles de operarios y llevando a diarios las cuentas de los egresos e ingresos de la fábrica, Matilde realizaba los quehaceres de la casa, rosaba el jardín, limpiaba los jarrones importados, podaba los árboles, y al terminar la tarde tenía todo limpio y ordenado para cuando llegara sus patrones, Clemencia y Martin al igual que sus hijos eran personas amables, llevaderos, con sentido común, honestos y muy entregados a su empresa de textiles. Matilde tenía descanso una vez en la semana, en donde los aprovechaba para visitar a su familia en un pueblo cercano a la ciudad, dejarles un poco de dinero, y así mismo, preparar cada vez mejor su plan pues nada podía salir mal, ella debía ganar la confianza de sus patrones para lograr su objetivo. Un día, Martin y Clemencia debieron viajar a los Estados Unidos con urgencia para cerrar un negocio que les dejaba buenas ganancias. Santiago y Sofía quedaron al tanto de la empresa mientras sus padres regresaban. Matilde, aprovechando la ausencia de sus patrones se dirigió a la oficina ubicada en la habitación principal y esta estaba bajo llave, al tercer día, Martin y Clemencia Márquez regresaron de su viaje de negocios felices y sonrientes por el éxito que obtuvieron, al cuarto día Martin salió de afán para el trabajo y olvido las llaves de su oficina, oportunidad que Matilde no desaprovecho. Capítulo 3. Al dirigirse a la habitación principal de la casa a realizar el oficio pertinente observo aquellas llaves tan deseadas para lograr ingresar a la oficina de su patrón y requisar los documentos que él tenía en su poder pues Martin y Clemencia tenían algo que le pertenecía a Matilde, Martin al percatarse que no tenía las llaves en su poder mando a Carlos, su chofer, a la mansión a recoger las llaves, Matilde al asomarse por la ventana se dio cuenta que Carlos había llegado, asustada dejo las llaves y salió del cuarto, Carlos no noto nada extraño y tranquilamente las recogió y se marchó de nuevo a la empresa, Matilde un poco enojada porque había desachovechado la oportunidad. Al día siguiente era su descanso como era habitual se marchó a casa de su mamá, Josefina, pues su papa había fallecido en un accidente de transito el año pasado, al otra día, al regresar a la casa dijo - la próxima oportunidad no la desaprovechare – Santiago y Sofía se marcharían a México a realizar sus prácticas profesionales y regresarían dentro de un año. Un día Clemencia salió con sus amigas al spa durante todo el día y Martin se fue a la empresa olvidando nuevamente las llaves de la oficia de su casa. Había llegado el momento más esperado desde que llego a pedir trabajo en la mansión, la hora de mostrarle a todo el mundo que su madre era la única dueña y señora de la fábrica y de tan lujosa mansión. Capítulo 4. Buscando locamente las escrituras de estas dos propiedades entre un mundo de papeles y con su peor enemigo que era el reloj que estaba ubicado frente a ella, pues tenía que encontrarlas antes que escuchara el ruido de la camioneta anunciando que había llegado Clemencia o Martin. Por fin encontró los documentos las cuales Clemencia y Martin se los habían arrebatado a su madre. Al llegar sus patrones vieron una actitud extraño de Matilde, pues se tornaba nerviosa y misteriosa, ya con los documentos en su poder Matilde hablo en voz fuerte y quebrantada yo soy la hija de Josefina López, dueña y señora de todo esto, de todo lo que ustedes nos robó en mi juventud, Clemencia y Martin consternados y aterrados con lo que estaba pasando, quedaron fríos al ver lo que Matilde había sido capaz de hacer Clemencia le dijo – hay quedó la niña humilde que vino a pedirme trabajo por eso quería ingresar a la casa haciéndonos creer que en realidad necesitaba de nuestros servicios, la mamá de Matilde, la señora Josefina, estaba a las afueras de la casa con cuatro policías a la espera de la reacción que sus ex patrones iban a tener frente a ella, mostrando que legalmente Josefina y Matilde eran las únicas dueñas de la empresa y de aquella lujosa mansión, la policía procedió al arresto por falsificación de documentos que les otorgaría 30 años de prisión. Al pasar un año y al regreso de Santiago y Sofía se enteraron de tan desagradable noticia, después de tener tanto dinero ya no les valía ni el apellido, ellos dos se fueron a vivir en casa de una tía y allí quedaron trabajando en lo que les saliera pues por culpa de sus padres no podían buscar trabajo en centros de salud, ya eran reconocidos como deshonestos frente a toda la ciudad, en cuanto a Clemencia y Martin nadie los iba a visitar pues sus familiares se sintieron defraudados por ellos, mientras tanto Josefina y Matilde se mudaron para su mansión y siguieron trabajando en la empresa y fue tantas las ganancia que obtuvieron que colocaron sucursal, generando más empleo y aumento el salario que era lo que ellos les solicitaban a sus anteriores fejes. Fin.

domingo, 12 de octubre de 2014

poesia imaginaria.

 
SOY CAPAZ.
 
soy capaz de amar
soy capaz de olvidar
soy capaz de perdonar
a la gente que me hace el mal.
 
                                   
                                                        ( Milena Niño).
 
 
LA MUJER.
 
La mujer dulce y amada
cariñosa e irresistible
que ama con el corazón
y sufre con la desilusión.
 
la mujer alta, bajita, gordita
querida y amada por todo hombre
ríe, llora y sufre
pero es lo mas hermosa de la humanidad.
 
                                                             ( Milena Niño).
 
 
SOL.
 
sol que brilla cada día
que ilumina nuestro camino
cuando vamos por la calle
en el centro de la ciudad.
 
                                                       ( Milena Niño).
 
 
LUNA.
 
luna que ilumina la noche
el camino al andar
bajo aquel lucero que brilla en la oscuridad
miramos las estrellas y en cada una hay una ilusión
que se debe tomar.
 
                                                     ( Milena Niño).
 
LA CIUDAD
 
sus montañas grandes y verdosas
mares caudalosos y azulejos
con su cielo blanco y nubado
con gente alegre y respetuosa.
 
                                                   ( Milena Niño). 
 
 
 
SER MARAVILLOSO.
 
ser maravilloso e inteligente
ser inolvidable e irremplazable
ser hermoso y creativo
ser humilde y capaz de sonreírle a la vida, 
así este pasando por un momento difícil. 
 
                                                       ( Milena Niño).
 
 
 
 


UN IDIOMA DIFERENTE


P03iiiaz (aiiiiztad).

  • X3nt1m13nt0 pr0f4nd0 d af3ct0 y xar1ñ0 Para 4n am1g0

xq l0 C0nziid3ram0s  x0m0 4n h3rman0

Q 100 pre 3Xta 3n LaZ b43naZ y maLaZ

zin iimp0rtaR laz diifix4ltad3zz d3 xada X4al.

 

  • X0n0xer qu3r3rR ap0yar, 0lviidar m0m3nt0zz amarg0z

Y Z3g4ir ad3lant X0m0 zii nada h4bi3ra paZad0

X q lo + imp0rtant 3z 3l amm0r y 3l r3zp3t0 q hay 3n 4na amiZta

zin imp0rtaR la 3dad.

 

  • M0m3nt0Z viivid0z, m0m3nt0Z in0lvidabl3z

M0m3nt0z cr3ativ0z m0m3nt0z inig4aLabl3z

M0m3nt0Z ll3n0z d al3griaz q c0n 3l paZar d3l tiemp0 Z iran

M0m3nt0zz q Z viv3n X0n m4Xha t3rn4ra

Z0n t0d0Z 3Z0z m0m3nt0z x0mpartiid0Z j4nt0 a 4n amiig0.

 

  • Q 100 pre estA x0ntiig0 3n laz b43naz y malaZ

Q dIa a dIa m3 Ax0mpaña 3n miiz l0Q4raz

ZiIn imp0rtar l0Z rii3Zg0z q Z p43D t0mar,

L0 + imp0rtant Z t3Nr 4n hermano, 4n HiJ43p4ta aMiiG0 N q4Ii3n X0nfiiar.

 

  • Amiig0 S q4Ii3n t Ax0mpaña N tu V3RraXA Z0l3dad

Q4Ii3n T ap0ya N Xada m0m3nt0 x + l0xo y ZT4Piid0 q Z3a

Q4i3n Z4fr3 t4Z pr0bl3maZ

Q4i3n t ax0Nz3ja N aQel m0m3nt0 Q N Zab3z Q haX3r

Qi3n T r3Gaña y t XrIiTik D f0rma X0nZtr4ctiiva para Zr m3j0r Kda dia

lunes, 6 de octubre de 2014

Poesias.


JUNTOS LOS DOS

Juntos los dos reímos cierto día…
¡Ay, y reímos tanto
Que toda aquella risa bulliciosa
Se tornó pronto en llanto!

Después juntos los dos alguna noche,
Lloramos mucho, tanto,
¡Que quedó como huella de las lágrimas
 Un misteriosos encanto!

¡Nace hondos suspiros de la orgía
Entre las copas cálidas
Y en el agua salobre de los mares,
Se forjan perlas pálidas!
José asunción silva.





RASTROS

Un país lejano puede estar cerca
Puede quedar a la vuelta del pan
Pero también puede irse despacito
Y hasta borra sus huellas.

En ese caso no hay que rastrearlo
Con perros de caza o con radares

La única fórmula aceptable
Es excavar en uno mismo
Hasta encontrar el mapa.
Mario Benedetti.




HIMNO A LA BELLEZA.

¿Bajas del hondo cielo o emerges del abismo,
Belleza? Tu mirada infernal y divina
Confusamente vierte crimen y beneficio,
Por lo que se podría al vino compararte.

Albergas a tus ojos al poniente y la aurora,
Cual tarde huracanada exhalas tu perfume;
Dejan penosamente arrastrando las alas,
Sus grandes alas blancas semejantes a remos.

Este alado viajero, ¡que inútil y que débil!
Él, otrora tan bello,! qué feo y qué grotesco!
¡éste quema su pico, sálico, con la pipa,
Aquél, mima cojeando al planeado inválido!

El poeta es igual a este señor del nublo,
Que habita la tormenta y ríe del ballestero.
Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas de gigante le impiden caminar.
Charles Baudelaire.

LOS POETAS, AMOR MIO.

Los poetas, amor mío, son
Unos hombres horribles, unos
Monstros de soledad, evítalos
Siempre, comenzando por mí.
Los poetas, amor mío, son
Para leerlos. Mas no hagas caso
En los que hagan en sus vidas.

Raúl Gómez jattin.








HORA TRAS HORA.
Hora tras hora, día tras día,
Entre el cielo y la tierra que quedan
Eternos vigías,
Como torrente que se despeña,
Pasa la vida.

Devolvedle a la flor su perfume
Después de marchita;
De las ondas que besan la playa
Y que una tras otra besándola expiran.
Recoged los rumores, las quejas,
Y en planchas de bronce grabad su armonía.

Tiempos que fueron, llantos y risas,
Negros tormentos, dulces mentiras,
¡Ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
En dónde, alma mía?.
Rosalía de Castro.

Campo.

La tarde está muriendo
Como un hogar humilde que se apaga.
Allá, sobre los montes,
Quedan algunas brasas.
Y ese árbol roto en el camino blanco
Hace llorar de lástima.
¡Dos ramas en el tronco herido, y una
Hoja marchita y negra en cada rama!
¿Lloras?... Entre los álamos de oro,
Lejos, la sombra del amor te aguarda.

Antonio Machado.


ALLA.

Debe, allá, estar lloviendo;
Sin pausa estar lloviendo, lloviznando
En los bosques,
Sobre las casas pobres, abotonándose
La noche y mesándose la barba envejecida
En los obrajes, allá lejos, lloviendo,
Lloviznando en la noche.
Y habrá ya anochecido.
Siempre se me ha hecho tarde entre los tilos
Serranos, a la hora de volver, anochecido,
Allá lejos, cuando aún no sabía
Que no fuera a volver, que se ha hecho tarde
Lloviendo, anocheciendo.
En la noche, allá lejos, lloviznando.

Elvio Romero.




EL DIA.

Amaneció sin ella
Apenas se mueve.
Recuerda
(Mis ojos, más delgado, la sueña)
¡Qué fácil es l usencia!
En las hojas del tiempo
Esa gota del día
Resbala, tiembla.

Jaime Sabines.




CARTA.
Amada, en las palabras que te escribo
Quisiera que encontraras el color
De este pálido cielo pensativo
Que estoy mirando, al recordar tu amor.

Que sintieras que ya julio se acerca
-El oro está naciendo de la mies-,
Y escucharas zumbar la mosca terca
Que oigo volar en el calor del mes...

Y pensaras: "¡Qué año tan ardiente!",
"¡Cuánto sol en las bardas!"... y, quizás,
Que un suspiro cerrara blandamente
Tus ojos... nada más... ¿Para qué más?.

Jaime Torres Bodet.

AMANECER.
La mañana irisada, como fino cristal
Se curvó sobre el ancho campo reverdeciente.
A la abismal succión del azul transparente,
Agriétase la carne de un ansia germinal.
Y a la blondez purísima de su desnudez tierna,
La mísera corteza se nos cuartea en congoja,
Y un sollozo nos sube desde la honda cisterna
En sombra donde el párpado su penitencia moja.
El dolor de las alas imposibles
Nos curva más bajo el cansancio irredimible
Que se adhiere a la carne dolorosa:
Y en la punta de una hoja, radiante y temblorosa,
La gota de rocío
Nos finge aquella lágrima inefable
En que, por fin, pudiera el alma miserable
Volcar la última gota amarga del hastío.


Josefina Pla.