viernes, 12 de septiembre de 2014

Napoleón y Josefina.

Parecer y no parecer

Este era un Bosque grande, donde se hallaba un lago hermoso, allí reinaba el Sapo Napoleón y la Sapa Josefina, todos los demás animales los querían porque brindaban tranquilidad y equilibrio a todos, hacían festines reales a los que invitaban a los demás reyes del bosque. Estaban preparando todo para una próxima fiesta con un motivo especial, el mejor amigo del rey vendría desde muy lejos a visitarlo, hace mucho tiempo no se veían.

La reina Josefina estaba emocionada empezó a hacer la lista de los invitados, el rey León Jaime, la reina Cocodrila Inés, el rey Oso Pablo, la reina Mirla Juana, el rey Lobo Judas, la reina Ardilla María entre otros mas, comprando la comida de los banquetes reales,   las cortinas, los adornos y todo lo necesario.
Pepa era una de las sapas confidentes de la reina, ellas andaban juntas para todo lado; a la plaza, al estanque, al jardín… estaban decidiendo que preparar, quizá sopa de moscas la favorita del rey o tal vez guisado de grillos el plato preferido de Pancracio el amigo especial del rey. Entonces Pepa le pregunta a la reina sobre Lucas el sapo del otro lado del lago, Josefina le contesta picarona que no podría invitarle menos por lo sucedido años antes.

 Lo que ocurrió fue una aventura pasajera pero de gran valor entre Lucas un caballero del otro lado del lago y la reina Josefina, el rey Napoleón se enteró de esta traición y desterró del reino al sapo Lucas y prohibió a la reina seguirle viendo, perdonándoles la vida a ambos. Pepa le propone ayudarle a la reina Sapa disfrazándolo de conde para que pudiera verle por un rato, ella atemorizada le dice que son locuras pero al final termina accediendo a esa propuesta indecente, aun sabiendo lo que podría ocurrirle si se descubría todo. Pepa emprende un viaje al otro lado del lago a comentarle al Sapo Lucas la arriesgada Azaña aceptando de inmediato. Prepara sus cosas para el festín.

Amanece y empiezan los preparatorios finales, ponen la mesa, los músicos se ordenan, las frutas, los mangares,  el ponche, todo es puesto en la mesa. Y comienzan a llegar los invitados, llenándose poco a poco el salón, los reyes están sentados en sus trono ofreciendo saludos y bocadillos a todos los que iban acercándose, de repente llega el caballero Lucas con una hermosa Mariposa llamada Katherine sin disfraces, tal como son; se dirigen al trono y saludan, sin ningún gesto de rechazo el rey Sapo lo saluda y le brinda ponche se retiran, dejando solas a la reina Sapa y a la Princesa Mariposa, comenzando el montón de preguntas entre las dos:

-      ¡Se ven felices juntos! Dice la reina Josefina con un poco de ironía.
-      A lo que responde la Princesa Katherine: Si, somos felices, aunque ha sido difícil porque nuestra relación es fuerte pero nuestras familias son un tanto complicadas. Ya te imaginaras.
-      Claro, entiendo. Pero…
-      La princesa la interrumpe diciéndole algo que le dejo pálida, fría y medio muerta.  Ahora mas unidos que nunca con la llegada de Francisco II nuestro hijo.

-      Con un gesto de asombro pero de alegría a la vez y desespero la reina inevitablemente se retira.
Buscando al Caballero, ve que esta con el rey Napoleón en el antejardín risueños. Llega e interrumpe. El rey Sapo ya sabe lo mismo que ella acaba de enterarse y felicita al Caballero y decide  ofrecerle el palacio para la boda, Josefina no puede evitar ponerse roja y asentir con la cabeza. Suenan las campanas anunciando la llegada del invitado principal con lo que el rey se distrae, permitiéndole a Josefina y Lucas escapasen a un patio trasero del salón.



Lucas intenta entablar una conversación normal pero Josefina de una vez llora y lo abraza  el solo le dice que se ha enamorado y que ellos nunca podrían ser nada, menos estando amenazados de muerte, que el rey había sido bastante noble al dejarlo venir, exactamente por el motivo de su esposa y su hijo decidió darme otra oportunidad que no dejare pasar,  en lo que sale el rey Sapo y la princesa Katherine, viendo esto el rey le pide que se aparte que el sabe y ha visto todo saca su espada y va directo a la reina Josefina, se interpone el mejor amigo del rey que repentinamente llega y le pide  a Josefina que le confiese algo que le había dicho  horas antes en la carta que le había enviado y por lo que él ha venido, entonces ella le dice que esta esperando dos príncipes sapitos y que no  tenia ninguna intención de traicionarlo de nuevo, solo quería que se enterarán todos olvidando el pasado y que lloraba por que le parecía asombroso que todos estén felices a pesar de los errores del pasado, él se lanza a abrazarla y besarla desesperado, señalándoles a Pancracio y Lucas que serían los padrinos de los bebes. 

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